Sarah Landa (Todos estamos contigo) preguntó en rueda de prensa al góber de AMLO sobre los abogados que ventilaron "la mala integración de las carpetas de investigación" sobre los cuarenta jefes de plaza que saldrían libres, ajá, si deroga el delito de Ultrajes a la Autoridad.
Y el góber perdió los estribos.
Incluso, hasta acusó a Sarah Landa de "defender a los delincuentes" de la misma forma que antes también aseguró que el Movimiento Ciudadano (Dante Delgado Rannauro), el PAN (Julen Rementería) y el PRI defienden a delincuentes cabildeando para derogar el artículo penal de Ultrajes.
Incluso, tanto perdió los estribos y el control el góber que hasta manoteó en la tribuna.
Y alzó la voz..., como si quien alza la voz se impusiera en automático y fuera respetado y se volviera más respetable.
Peor tantito, acusó a Sarah Landa de "mal informar a la sociedad" cuando, caray, fue una simple y sencilla preguntita.
Luego se puso a dar clases de periodismo y de ética periodística.
Y hasta se desgarró las venas como un político honesto, honesto, honesto.
El más honesto del Golfo de México.
Y entonces, la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas, CEAPP, del presidente Silverio Quevedo Elox, convocó la Relatoría de la Organización de las Naciones Unidas, ONU...
Y del derecho internacional...
Y pidió al señor Cuitláhuac García respetar la libertad de prensa consagrada en la Constitución General de la República.
Y respetar el oficio reporteril.
Quizá faltó recordar que en el sexenio de la 4T en Veracruz van seis reporteros asesinados.
Una mujer y 5 hombres.
Más unas sesenta notificaciones y/o denuncias de reporteros en la CEAPP de agravios al gremio.
Ahora sólo falta que al ratito destituya a Silverio Quevedo Elox, pues, total, la CEAPP depende del gobierno del Estado.